viernes, 24 de enero de 2014

Desaparecen las Abejas

¿Debe preocuparnos la desaparición de las abejas?
La respuesta es sí, y no solo porque sea un factor desestabilizador a nivel ecológico, sino porque también tiene su incidencia en la economía. La situación es mucho más grave que quedarse sin miel: la mayoría de los alimentos que consumimos, o muchas plantas que ofrecen servicios esenciales en los ecosistemas, no serían posibles sin la polinización de estos insectos. Insecticidas, productos químicos nocivos, hongos, parásitos, contaminación del aire o cambio climático son algunos de los factores que están acelerando este proceso, tal y como señalan desde Consumer.

Aunque es un hecho que viene ocurriendo desde hace medio siglo, fue en 2011 cuando, gracias a un amplio estudio (pdf) del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), se destacó el hecho de que la población de abejas de la miel estaba sufriendo un descenso dramático en los últimos años. En Europa, los países más afectados son Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Holanda, España y Reino Unido. En Estados Unidos, la pérdida de colonias de abejas les ha dejado desde 2004 con la menor capacidad polinizadora de los últimos 50 años.

viernes, 17 de mayo de 2013



Inauguraciòn del curso: "Epizootiologìa" , Armenia
De gran importancia se puede calificar, el curso de "Epizootiologìa" realizado en Armenia, mediante alianza entre la ASAQUIN y el equipo de apicultura de la Universidad del Tolima,.
Las conferencias dejaron grandes inquietudes entre los asistentes y satisfacieron las enormes dudas que sobre el tema flotaban en el ambiente apicola nacional.
La excelente colaboración del SENA, fue fudamental para la realización de este evento, catalogado como de gran novedad y actualidad.

jueves, 6 de enero de 2011

La vida de la abeja






La vida de la abeja
La abeja pertenece a la familia de los himenópteros , (del griego himen = membrana), insectos de alas translúcidas y membranosas, como la avispa y la hormiga. Vive en todas partes del mundo, salvo en las regiones donde el invierno es demasiado frío. Existen numerosas especies de abejas, pero la que lamamos abeja de miel lleva el nombre científico de Apis melífica (o Apis melífera).
Del huevo a la abeja :
Las abejas (reina, obreras o zánganos) nacen todas de un huevo minúsculo puesto y depositado por la reina en un alvéolo.
Un huevo fecundado (hembra), depositado en una alvéolo y alimentado de una papilla de polen y de miel, se volverá una abeja obrera. El huevo se transforma en larva el cuarto día, el 8° día las abejas opérculan el alvéolo y la metamorfosis continúa en secreto : la larva forma un capullo, luego una ninfa, la ninfa se vuelve crisálida hasta la apertura final, el 15° día. El insecto alado, formado, desgarra el opérculo, listo para asumir sus primeros cargos.
Otros huevos hembras, depositados en unas alvéolos reales*, son exclusivamente alimentados con jalea real. Están destinados a volverse las futuras reinas. El operculaje se hace el 6° día, la transformación es más lenta : será necesario esperar 21 días para que la larva real de nacimiento a una joven reina, que puede llegar a medir cerca de 18mm.
Los huevos no fecundados (machos) son depositados en un alvéolo normal y reciben la misma comida que las larvas obreras. La metamorfosis es todavía más larga : los machos nacen al cabo del 23° día.




Una vida social muy organizada :
Como las hormigas, las abejas son insectos sociales, no pueden tener una existencia aislada y necesitan vivir en colonia . Una colonia muy fuertemente organizada, siempre compuesta de obreras , de zánganos y de una sola reina .


Las obreras son exclusivamente abejas hembras, las más numerosas de la colonia (cerca de 30.000 hasta 70.000 por colmena). Trabajan sin tregua, y se encargan de todas las tareas inherentes al buen funcionamiento de la colmena. Pero, al contrario de las hormigas que tienen asignada una sola tarea específica durante toda su vida, las abejas las hacen todas, sucesivamente, durante una vida que, por término medio, dura solo unas semanas (cerca de 45 días).


Durante los cuatros primeros días de su vida, la obrera limpia los alvéolos y la colmena. Del día 5 al día 11, es nodriza y ceba de jalea real las larvas de los alvéolos reales. Del día 11 al día 13, se convierte en almacenera : su papel consiste en almacenar el polen y el néctar en los alvéolos y en ventilar la colmena, agitando muy rápidamente sus alas, para mantener así una temperatura y humedad constante. Del día 14 al día 17 las glándulas productoras de cera de su abdomen ya desarrolladas, se vuelve cerera y edifica los panales. Del día 18 al día 21 es centinela y está de guardia a la entrada de la colmena para rechazar a los intrusos, avispas, mariposas e incluso a los zánganos. A partir del día 22 y hasta su muerte irá de flor en flor a cosechar néctar, polen y propolis : se vuelve libadora y trae la comida a la colmena.


Los zánganos son los únicos machos de la colonia. Son solo un centenar, son más gordos, más redondos y más peludos que las obreras. Son tolerados en el seno de la colmena como fecundadores potenciales de la reina y viven en primavera y en verano. No siendo capaces de alimentarse por si mismos, son alimentados por las obreras. Como no tienen aguijón no pueden asegurar la protección de la colonia y su misión esencial es la de fecundar a la reina .
Pero solo algunos lo consiguen durante un vuelo nupcial único y ... mortal. Una vez cumplida su misión como reproductores mueren destripados por la reina. En cuanto han salido de la colmena las obreras ya no les dejan entrar, porque son considerados bocas inútiles de alimentar. Los que se quedan en el interior son despiadadamente expulsados y abandonados a su suerte. Incapaces de sobrevivir son condenados a una muerte segura.
En una colonia de abejas sólo puede haber una reina. Nace en un alvéolo real*, un alvéolo más grande que los otros de forma oblonga construido especialmente por las obreras para abrigar larvas reales. Para asegurar la perennidad de la especie la colmena tiene siempre varios alvéolos reales conteniendo cada uno una larva alimentada con jalea real y susceptible de volverse reina.


Nada más nacer la primera reina tiene como misión la de matar todas las larvas de las otras celdas reales. Debe reinar sin reparto sobre la colonia. Si una segunda reina nace al mismo tiempo, las dos reinas se entablan en una batalla a muerte y la que salga victoriosa será la que mande sobre la colmena. Tres a seis días después de su nacimiento, la joven reina emprende el vuelo para un vuelo nupcial único donde va a unirse cinco o seis veces a una decena de zánganos. El vuelo puede repetirse hasta que la espermateca de la reina -especie de reserva para espermatozoides- esté llena. Una vez fecundada vuelve a la colmena, dónde empieza su vida de ponedora . Jamás saldrá durante los 4 o 5 años que dure su existencia y tendrá una sola misión, poner sin descanso ¡ hasta 2.000 huevos al día ! (cerca de 1 huevo/minuto). Continuamente rodeada, protegida y alimentada por las obreras, es el objeto de todos sus cuidados.
Primero porque de todas las abejas es la única que tiene la función de reproducción siendo las obreras estériles. Pone a discreción huevos machos o hembras, según su fecundación: los huevos fecundados producen obreras, los que no son fecundados dan nacimiento a los zánganos.
Luego para determinar toda la vida de la colmena, segrega una sustancia química llamada feromona , específica de cada colmena, indispensable a la cohesión social. Las abejas tocan y lamen ésta secreción, de donde sacan toda la información necesaria a la organización del trabajo.
Una morfología adaptada :

La naturaleza no dejando nada a la casualidad, a creado con la abeja un insecto completamente adaptado a los diferentes roles que asume en el seno de la colmena.
Sus ojos compuestos muy móviles y muy perfeccionados, le permiten ver en todas direcciones alrededor de ella, incluso detrás. Sus antenas perforadas de agujeros minúsculos, le sirven de "nariz". Las abejas son muy sensibles a los olores, pueden localizar fuentes de néctar lejanos y comunicar entre ellas por secreciones olorosas.
Su boca tiene dos mandíbulas poderosas, que sirven para cortar, pinzar, cepillar, dar forma a las escamas de cera, amasar el propóleo, construir las paredes de los alvéolos ... La abeja posee una trompa dotada de una lengua retráctil que le permite aspirar hasta lo más profundo de las flores.
Sus seis patas son también una herramienta de trabajo muy perfeccionada: las patas delanteras, provistas de pequeñas ventosas le permiten agarrar el polen, engancharse a cualquier soporte, y limpiar sus antenas. Las patas posteriores peludas y con hendiduras en forma de cuchara, están dotadas de bolsas de polen o cestillas, donde carga y amontona, su precioso botín y de ganchos que le permiten colgarse las unas a las otras para formar un enjambre o una cadena cerera . El abdomen contiene el buche , una especie de reserva donde la abeja acumula el néctar, la miel, el maná , , y el agua, que puede luego expulsar conforme a sus necesidades. Sus dos pares de alas membranosas ofrecen menor resistencia al aire y le permiten volar en todos los sentidos, hacia adelante, hacia atrás, y sobre los lados, son poderosos ventiladores que producen unos sonidos particulares para comunicarse. La abeja como la avispa, posee un aguijón , pero sólo pica una vez, en caso de necesidad, para defender su territorio y/o sus reservas : su aguijón clavado desgarra una parte de su abdomen y muere rápidamente.
El lenguaje de las abejas :
Toda la información esencial a la organización de la colmena proviene de secreciones químicas, las feromonas , segregadas por la reina pero también por las obreras. Se trata de sustancias mensajeras que circulan de una a otra a través de la boca y de las antenas y de las que sacan toda la información .


Las feromonas sirven por ejemplo para identificar lugares - identificación de la colmena, localización de manantiales de néctar, de lugares de enjambrazón, de la reina por los zánganos durante el vuelvo nupcial ... -, para emitir señales de alarma, controlar las reservas de comida, equilibrar la población regulando la puesta de la reina, mantener en permanencia la temperatura y la humedad ideales en el seno de la colmena... Además las abejas poseen entre ellas un lenguaje codificado muy preciso, el del baile : éste baile ejecutado por las abejas exploradoras a su llegada a la colmena, informa a las demás sobre el lugar y la distancia de una fuente de abastecimiento.
El baile en círculo significa un lugar muy cercano (menos de 25 metros). Para lugares más lejanos hasta una decena de kilómetros, el baile bullicioso o baile en ocho con figuras muy complicadas, indica en función de las oscilaciones abdominales y de las vibraciones emitidas, la distancia del botín a recoger. La dirección se expresa respecto a la posición del sol. La distancia por el número y la velocidad de las vueltas efectuadas por la abeja sobre sí misma.


Un papel esencial en la naturaleza :
Las abejas al libar tienen un papel esencial en la polinización , la multiplicación de las especies florales y el desarrollo de los cultivos frutales ¡sin polen, no hay fruta, sin abeja no hay polinización! Las abejas son muy sensibles a la polución . Es esencial que el hombre respete su medio ambiente y mantenga las condiciones favorables a su desarrollo: evitando por ejemplo los tratamientos químicos nocivos sobre los cultivos frutales, la destrucción de los setos vivos que bordean los campos, ricos en plantas melíficas, o el abandono de cultivos como la alfafa o el trébol, grandes productores de néctar.
Citamos por ejemplo las palabras de Einstein :
"Si la abeja desapareciera de la superficie del globo, al hombre solo le quedarían 4 años de vida : sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres ..."
Resumen Tapa de la paginaciòn
La vida de la abeja La apicultura

Bernard Michaud S.A.
Domaine Saint Georges
Chemin de Berdoulou
64290 GAN

martes, 15 de diciembre de 2009

Insólito: en Francia las abejas se mudan

Insólito: en Francia las abejas se mudan a las ciudades porque el campo se volvió tóxico para ellas

Como en Estados Unidos y el Reino Unido, donde las colonias de abejas están muriéndose, unas 300.000 a 400.000 colmenas francesas desaparecieron cada año entre 1995 y 2007, víctimas de los pesticidas, la contaminación y las enfermedades.

Corinne Moncelli ofrece a los huéspedes de su hotel Eiffel Park más que una vista del monumento parisino; sirve miel producida por abejas que tiene en la terraza.

Hay más de 300 colonias conocidas en la capital de Francia, en comparación con unas 250 hace cinco años, según la asociación nacional de apicultores. Hay colmenas en el techo de la Opera Garnier, así como en balcones y parques.

Las abejas están floreciendo en las ciudades porque ``las flores y las plantas se cambian constantemente y no hay pesticidas'', dijo Moncelli, de 47 años, copropietaria del hotel junto con su marido Pascal.

El programa francés fue establecido hace tres años y es el mayor proyecto de esta naturaleza en el mundo. La agricultura mundial, valuada en 153.000 millones de euros (226.000 millones de dólares) depende de la polinización de las abejas, dice el Instituto Nacional de Investigación Agrícola de Francia (INIA).

Como en Estados Unidos y el Reino Unido, donde las colonias de abejas están muriéndose, unas 300.000 a 400.000 colmenas francesas desaparecieron cada año entre 1995 y 2007, víctimas de los pesticidas, la contaminación y las enfermedades.

"Necesitamos abejas en el campo'', dijo Henri Clement, presidente de la Asociación Nacional de Apicultura con sede en París, a cargo del proyecto. "El potencial de las ciudades es limitado. Nuestra operación en la ciudad es de concienciación'', añadió.

El hotel Eiffel Park empezó a criar abejas hace tres años, convirtiendo sus terrazas en hogar de dos a tres colmenas, que producen 150 kilos de miel al año. El hotel regala miel a sus huéspedes y la sirve en el desayuno.

"Les decimos cierren los tarros cuando terminen y eviten ponerse mucho perfume, de lo contrario las abejas pensarán que son una flor grande'', dijo Moncelli.

La asociación de apicultura inició el programa urbano francés en 2005 y presentará sus resultados el año entrante en Montpellier, Francia, en una conferencia organizada por Apimondia, el grupo mundial de asociaciones de apicultores con sede en Roma.

Estados Unidos y el Reino Unido también han utilizado las ciudades como criaderos de abejas, aunque el "programa francés está muy bien desarrollado y es muy grande en comparación con otros'', dijo Asier Sogaard Jorgensen, presidente de Apimondia. "En muchos países, el campo se ha convertido en un desierto para las abejas'', agregó.

Estados Unidos perdió muchas colmenas en 2006, el 90% o más en algunos casos. El Trastorno del Colapso de Colmenas, la desaparición generalizada de abejas, se ha encontrado en 35 estados y ha perjudicado colmenas en Asia, Europa y Sudamérica, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Los pesticidas, los ácaros y los virus son algunas de las principales causas.

En Europa, cerca del 84 por ciento de las especies de cosechas dependen directamente de la polinización por insectos, especialmente por las abejas, según un informe de junio de Bernard Vaissiere, director de investigación del INIA. Francia es el mayor productor agrícola de Europa.

Jean Paucton, de 75 años, que tiene abejas sobre el techo de la ópera de París desde hace unos 25 años, dice que sus colmenas en el centro de París están más sanas que las del campo. Las colmenas de Paucton producen 450 kilos de miel al año. Vende pequeños tarros de miel a la tienda de regalos de la ópera por unos 4 euros, que se revenden por 14,50 euros.

Fuente: Bloomberg

martes, 23 de junio de 2009

ENFERMEDADES DE LAS ABEJAS

Desde hace millones de años, antes de iniciarse la vida del hombre, las abejas ya sabían defenderse de las adversidades de la vida y en muchos lugares aun hoy viven sanas, vigorosas, en los huecos de los árboles o colgadas de las ramas, sin necesidad de la intervención del hombre para lo más mínimo. Parece ser que la intervención del hombre produjo el efecto contrario, criamos abejas fármaco-dependientes. Muy buen negocio para algunos pero muy malo para las abejas, los apicultores, y lo que es peor, malo para los que consumen los valiosos productos de la colmena, contaminados con los más diversos e inimaginables productos nocivos para la salud. Por suerte hoy el consumidor se defiende, rechaza este producto contaminado y sin darse cuenta, está defendiendo a la abeja del uso indiscriminado de drogas, y alimento chatarra. Muy pronto y para bien de la humanidad, el apicultor que no aprenda a realizar un manejo natural y ecológico de sus colmenas va a desaparecer con sus abejas.
Es muy difícil que una colmena fuerte, bien manejada, -con abundante reservas, reina prolífica, relación óptima de cría y abejas nodrizas, con abundante espacio- contraiga enfermedades. Y si además reproducimos las colmenas que sobreviven airosas los momentos de crisis. Seguramente que hemos logrado el camino correcto en el manejo de las colmenas.
Mi padre crió abejas por más de 70 años y jamás necesitó tratar a las colmenas con fármacos. Los sapos y los saqueadores de colmenas eran los principales depredadores. Nunca se quejó de tener pérdidas de colmenas en invierno a pesar de hacer un manejo más bien poco profiláctico, ya que muy pocas veces renovaba los cuadros viejos de cría. La invasión de la abeja africana le trajo grandes complicaciones, pero se superó con perseverancia. Se eliminaron sistemáticamente a las colmenas muy agresivas y se reprodujeron por división a las más prolíficas. Trabajó al igual que nosotros ahora, con la abeja autóctona de la zona, la “abeja criolla”, que posiblemente tenga su origen en la abeja alemana Apis mellifera mellifica. Recuerdo que intentó criar abejas de la raza italiana y a pesar de que todavía no había echo su aparición la varroa y otras enfermedades, esas abejas no toleraron las asperezas de nuestro clima.
Yo se que en muchos lugares y en especial con ciertas razas de abejas muy susceptibles a contraer enfermedades es imposible criar abejas sin la utilización de fármacos Así como también estoy seguro que en gran parte del planeta todavía sobreviven abejas resistentes a las enfermedades que no necesitan de las drogas para desarrollarse vigorosamente. Que algunas son algo agresivas es cierto, pero si las abejas no tuvieran aguijón, cualquiera seria apicultor y en especial, los dueños de lo ajeno. La varroa, diseminada por todo el mundo, es sin duda el problema sanitario más importante de la apicultura en la actualidad. En esta publicación no tengo interés en hacer un estudio en profundidad sobre las principales enfermedades de las abejas, más bien deseo compartir parte de mi experiencia, comentar sobre algunas investigaciones realizadas que buscan demostrar que se pueden criar abejas sanas y resistentes a las enfermedades sin utilizar métodos curativos y sobre todo, recordar algunas técnicas de manejo natural y ecológicas que pueden evitar las enfermedades sin necesidad de curar