martes, 15 de diciembre de 2009

Insólito: en Francia las abejas se mudan

Insólito: en Francia las abejas se mudan a las ciudades porque el campo se volvió tóxico para ellas

Como en Estados Unidos y el Reino Unido, donde las colonias de abejas están muriéndose, unas 300.000 a 400.000 colmenas francesas desaparecieron cada año entre 1995 y 2007, víctimas de los pesticidas, la contaminación y las enfermedades.

Corinne Moncelli ofrece a los huéspedes de su hotel Eiffel Park más que una vista del monumento parisino; sirve miel producida por abejas que tiene en la terraza.

Hay más de 300 colonias conocidas en la capital de Francia, en comparación con unas 250 hace cinco años, según la asociación nacional de apicultores. Hay colmenas en el techo de la Opera Garnier, así como en balcones y parques.

Las abejas están floreciendo en las ciudades porque ``las flores y las plantas se cambian constantemente y no hay pesticidas'', dijo Moncelli, de 47 años, copropietaria del hotel junto con su marido Pascal.

El programa francés fue establecido hace tres años y es el mayor proyecto de esta naturaleza en el mundo. La agricultura mundial, valuada en 153.000 millones de euros (226.000 millones de dólares) depende de la polinización de las abejas, dice el Instituto Nacional de Investigación Agrícola de Francia (INIA).

Como en Estados Unidos y el Reino Unido, donde las colonias de abejas están muriéndose, unas 300.000 a 400.000 colmenas francesas desaparecieron cada año entre 1995 y 2007, víctimas de los pesticidas, la contaminación y las enfermedades.

"Necesitamos abejas en el campo'', dijo Henri Clement, presidente de la Asociación Nacional de Apicultura con sede en París, a cargo del proyecto. "El potencial de las ciudades es limitado. Nuestra operación en la ciudad es de concienciación'', añadió.

El hotel Eiffel Park empezó a criar abejas hace tres años, convirtiendo sus terrazas en hogar de dos a tres colmenas, que producen 150 kilos de miel al año. El hotel regala miel a sus huéspedes y la sirve en el desayuno.

"Les decimos cierren los tarros cuando terminen y eviten ponerse mucho perfume, de lo contrario las abejas pensarán que son una flor grande'', dijo Moncelli.

La asociación de apicultura inició el programa urbano francés en 2005 y presentará sus resultados el año entrante en Montpellier, Francia, en una conferencia organizada por Apimondia, el grupo mundial de asociaciones de apicultores con sede en Roma.

Estados Unidos y el Reino Unido también han utilizado las ciudades como criaderos de abejas, aunque el "programa francés está muy bien desarrollado y es muy grande en comparación con otros'', dijo Asier Sogaard Jorgensen, presidente de Apimondia. "En muchos países, el campo se ha convertido en un desierto para las abejas'', agregó.

Estados Unidos perdió muchas colmenas en 2006, el 90% o más en algunos casos. El Trastorno del Colapso de Colmenas, la desaparición generalizada de abejas, se ha encontrado en 35 estados y ha perjudicado colmenas en Asia, Europa y Sudamérica, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Los pesticidas, los ácaros y los virus son algunas de las principales causas.

En Europa, cerca del 84 por ciento de las especies de cosechas dependen directamente de la polinización por insectos, especialmente por las abejas, según un informe de junio de Bernard Vaissiere, director de investigación del INIA. Francia es el mayor productor agrícola de Europa.

Jean Paucton, de 75 años, que tiene abejas sobre el techo de la ópera de París desde hace unos 25 años, dice que sus colmenas en el centro de París están más sanas que las del campo. Las colmenas de Paucton producen 450 kilos de miel al año. Vende pequeños tarros de miel a la tienda de regalos de la ópera por unos 4 euros, que se revenden por 14,50 euros.

Fuente: Bloomberg

martes, 23 de junio de 2009

ENFERMEDADES DE LAS ABEJAS

Desde hace millones de años, antes de iniciarse la vida del hombre, las abejas ya sabían defenderse de las adversidades de la vida y en muchos lugares aun hoy viven sanas, vigorosas, en los huecos de los árboles o colgadas de las ramas, sin necesidad de la intervención del hombre para lo más mínimo. Parece ser que la intervención del hombre produjo el efecto contrario, criamos abejas fármaco-dependientes. Muy buen negocio para algunos pero muy malo para las abejas, los apicultores, y lo que es peor, malo para los que consumen los valiosos productos de la colmena, contaminados con los más diversos e inimaginables productos nocivos para la salud. Por suerte hoy el consumidor se defiende, rechaza este producto contaminado y sin darse cuenta, está defendiendo a la abeja del uso indiscriminado de drogas, y alimento chatarra. Muy pronto y para bien de la humanidad, el apicultor que no aprenda a realizar un manejo natural y ecológico de sus colmenas va a desaparecer con sus abejas.
Es muy difícil que una colmena fuerte, bien manejada, -con abundante reservas, reina prolífica, relación óptima de cría y abejas nodrizas, con abundante espacio- contraiga enfermedades. Y si además reproducimos las colmenas que sobreviven airosas los momentos de crisis. Seguramente que hemos logrado el camino correcto en el manejo de las colmenas.
Mi padre crió abejas por más de 70 años y jamás necesitó tratar a las colmenas con fármacos. Los sapos y los saqueadores de colmenas eran los principales depredadores. Nunca se quejó de tener pérdidas de colmenas en invierno a pesar de hacer un manejo más bien poco profiláctico, ya que muy pocas veces renovaba los cuadros viejos de cría. La invasión de la abeja africana le trajo grandes complicaciones, pero se superó con perseverancia. Se eliminaron sistemáticamente a las colmenas muy agresivas y se reprodujeron por división a las más prolíficas. Trabajó al igual que nosotros ahora, con la abeja autóctona de la zona, la “abeja criolla”, que posiblemente tenga su origen en la abeja alemana Apis mellifera mellifica. Recuerdo que intentó criar abejas de la raza italiana y a pesar de que todavía no había echo su aparición la varroa y otras enfermedades, esas abejas no toleraron las asperezas de nuestro clima.
Yo se que en muchos lugares y en especial con ciertas razas de abejas muy susceptibles a contraer enfermedades es imposible criar abejas sin la utilización de fármacos Así como también estoy seguro que en gran parte del planeta todavía sobreviven abejas resistentes a las enfermedades que no necesitan de las drogas para desarrollarse vigorosamente. Que algunas son algo agresivas es cierto, pero si las abejas no tuvieran aguijón, cualquiera seria apicultor y en especial, los dueños de lo ajeno. La varroa, diseminada por todo el mundo, es sin duda el problema sanitario más importante de la apicultura en la actualidad. En esta publicación no tengo interés en hacer un estudio en profundidad sobre las principales enfermedades de las abejas, más bien deseo compartir parte de mi experiencia, comentar sobre algunas investigaciones realizadas que buscan demostrar que se pueden criar abejas sanas y resistentes a las enfermedades sin utilizar métodos curativos y sobre todo, recordar algunas técnicas de manejo natural y ecológicas que pueden evitar las enfermedades sin necesidad de curar

sábado, 13 de junio de 2009

En nuestro país son escasos los apicultores que se dedican a la cría de reinas y menos aún a la producción de jalea real; y pensamos que es por falta de información al respecto. Ya que son productos que tienen asegurado el mercadeo, tanto para consumo interno, en el caso de las reinas, como en el de exportación, para la jalea real.Puesto que en la cría de reinas y producción de jalea participan los mismos elementos y procesos, vamos a tratarlos dentro del mismo numeral pero de manera individual.

Vamos a iniciar entonces, la CRIA o PRODUCCION DE REINAS, que lo podemos realizar a partir de CELDAS REALES producidas naturalmente por las abejas y artificialmente por medio del INJERTO DE LARVAS.

En la PRODUCCION NATURAL de reinas, se obliga a las abejas a estirar celdas reales por el siguiente procedimiento:
Identificar, por medio de los registros, las mejores colmenas del apiario por producción, mansedumbre y poca enjambrazón.
Orfanizar una o varias de estas colonias madres,
RETIRÁNDOLES la reina
y GUARDÁNDOLA presa en un banco de reinas; que es la misma colmena recría, la cual describiremos más adelante.
En la parte CENTRAL BAJA de un cuadro con cría joven
o postura,
hacemos CORTES en forma de triángulo;
para que estiren en esta parte las CELDAS REALES.
Se RECORTAN las celdas reales operculadas, es decir, próximas a nacer las reinas;
y PROTEGIDAS INDIVIDUALMENTE por una jaula de malla tipo rulo,
se DISTRIBUYEN dentro de los NÚCLEOS DE FECUNDACIÓN
o COLMENAS ORFANIZADAS 24 a 72 horas antes.
Simultáneamente, se debe DEVOLVER la reina a la colonia madre.
Si las colonias tienen pocos recursos de miel y polen, deben ser alimentadas.
En los núcleos de fecundación o colonias orfanizadas, después de 1-3 días, de la celda real introducida, nacerá la NUEVA REINA.

Aproximadamente, DESPUÉS de 10-12 días de nacidas las reinas, INICIAN la postura.
Este método, es recomendable para pequeños apicultores, con máximo 30 colmenas y que pretenden la cría de reinas solo para reemplazar las de su propio apiario.

Para quien desea producir reinas para la venta, debe utilizar la CRÍA ARTIFICIAL de la cual hablaremos a continuación:
Además de Identificar, por medio de los registros, las mejores colmenas del apiario por producción, mansedumbre y poca enjambrazón; es necesario preparar los siguientes materiales y equipo:
Cuadro PORTA-COPACELDAS,
cuadro PORTA-JAULAS;
JAULAS Burghos
o FRASCOS para el nacimiento de reinas,
y jaulas BENTON para transporte
y envío de las reinas;
bastonetes o MOLDES de madera para elaborar las COPACELDAS DE CERA así:
Se INTRODUCE previamente los bastonetes en agua jabonosa o salada o en agua sola,
pero con una duración de por lo menos una hora, para que la cera no se pegue a la madera.
DERRITA CERA en una vasija de poca profundidad
y SUMERJA el bastonete repetidamente; PÁSELO por agua limpia y RETIRE las copaceldas de los bastonetes para que se laven y endurezcan.

Las copaceldas pueden ser COLOCADAS de inmediato en el cuadro portacopaceldas
o ALMACENADAS en frascos bien tapados.
También, pueden usarse copaceldas de PLASTICO, como estas. Necesitamos GOTERO o cuenta gotas para cebar las copaceldas con JALEA REAL DILUÍDA con agua hervida en proporción de una parte de agua por una de jalea.
y AGUJAS para el injerto o TRASPASO de las larvas.
Un ATRIL DE MADERA para sostener el cuadro con la cría joven a injertar y una LÁMPARA de luz fluorescente para mejorar la identificación de las larvas recién eclosionadas.
Además, para un mejor control del nacimiento de las reinas, es recomendable un INCUBADORA con temperatura graduada entre 30 y 34°C y control de humedad.
Este es un modelo sencillo desarrollado en el L.I.M.A., que consta de una PANERA PLÁSTICA a la cual se le adapta una RESISTENCIA ELÉCTRICA con un TERMOSTATO MANUAL
y se le PERFORA LA BASE con unos cuantos AGUJEROS PEQUEÑOS para permitir el intercambio de humedad que se controla con agua en un PLATO DE VIDRIO.

El día anterior a la cría de reinas, prepare una COLMENA RECRÍA o BANCO DE REINAS,
que es una colmena con ALZA, que cumple las características anotadas,
a la cual se le SACAN dos CUADROS con cría abierta, que son REEMPLAZADOS por dos del alza
y los dos cuadros de cría abierta se SUBEN al alza.
INTRODUZCA el cuadro porta-copaceldas, con las respectivas copaceldas, en medio de los cuadros de cría abierta, para que tomen el olor de esa colonia
y sean más aceptados por las obreras al día siguiente cuando SE SAQUEN
para realizar el INJERTO así:
SELECCIONE un cuadro de cría con larvas recién eclosionadas (12 a 36 horas)
y LLÉVELO junto con el cuadro porta-copaceldas a un sitio cubierto.
CEBE la copaceldas
colocando una gota de la solución acuosa de jalea real en cada una,
SELECCIONE
y TRASLADE o injerte
una larva a cada copacelda.
LLEVE el cuadro porta-copaceldas con los injertos a la colmena recría
y DEVUELVA el cuadro de cría abierta a la colmena madre.
SAQUE el cuadro porta-copaceldas
REVISE los injertos para saber cuantos aceptaron, retire las copaceldas rechazadas;
y REGRESELO a la recría.
y regrese a la recría para RETIRAR los injertos que ya deben estar como celdas operculadas.
COLÓQUELAS individualmente en las jaulas Burghos y estas en el cuadro PORTAJAULAS; si van a nacer en la RECRÍA.
Por el contrario, si van a nacer en la INCUBADORA, se colocan en los frasquitos de vidrio
con una tirita de papel absorbente y una bolita de candy.
REVISE el nacimiento de las reinas diariamente, los 3 días siguientes
y prepare las jaulas de transporte Benton con una BOLA DE CANDY
y 5 a 10 obreras NODRIZAS.
De manera que a medida que vayan naciendo las reinas, las COLOQUE individualmente en las jaulas Bentony así, pueden ser ENVIADAS por correo o entregadas a quien las ha solicitado 30 días antes.

Para la introducción de reinas, se COLOCAN dentro de las jaulas Burghos
o en rulos y se INTRODUCEN en medio de dos cuadros con cría en las colonias huérfanas;
LIBERARLAS, DESTAPANDO con cuidado uno de los extremos de la jaula
y CERRANDO nuevamente la colmena; que se REVISA dentro de 5 días para verificar si la reina fue aceptada y esperar de 10 a 12 días para COMPROBAR la postura.

Tan pronto se comprueba que la reina está poniendo, se debe MARCAR Y esto se realiza:
CORTANDO el extremo de una de las alas, el DERECHO si el año es par y el IZQUIERDO si el año es impar. Este método sirve en parte para evitar que la reina salga volando durante el periodo de enjambrazón.
También se puede marcar la reina, PINTÁNDOLA sobre el tórax con pintura de aereomodelismo o PEGÁNDOLE un disco plástico de color y numerado.

Cuando se utiliza este método, se deben seguir los cinco colores que la Asociación Internacional de Investigación en Abejas -IBRA ha señalado: Azul para años terminados en 0 y 5, Blanco " " " 1 y 6, Amarillo " " " 2 y 7, Rojo " " " 3 y 8 y Verde " " " 4 y 9.

Para la operación de marcar, se puede ANESTESIAR la reina o INTRODUCIRLA dentro de una pequeña jaula con un lado de malla y el otro con un émbolo de espuma;
o SIMPLEMENTE, se sostiene por las patas con el pulgar y el índice, y con la cabeza de una PUNTILLA de aproximadamente 2 mm de diámetro
se le REFRIEGA el tórax con la pintura, procurando que pase los pelos e IMPREGNE directamente la superficie para evitar que se caiga la pintura por efecto de la limpieza que las obreras hacen a la reina.
Teniendo en cuenta que las abejas son muy sensibles a los olores fuertes y extraños, la REINA MARCADA, debe ser INTRODUCIDA en un rulo con un tapón de candy, COLOCADO en uno de los extremos
para que al ser REGRESADA a la colmena sea LIBERADA por las mismas abejas al consumir el candy. Es importante que el marcar las reinas sea una actividad que el apicultor acostumbre a realizar con todas las colonias, ya que es una de las maneras de saber cuando debe cambiar la reina, antes de que élla desmejore, o si ha habido substitución natural o invasión.
Hablaremos ahora de la JALEA REAL, que corresponde a una sustancia alimenticia secretada por las abejas de 5-15 días de edad, conocidas como abejas nodrizas. Para su producción, la materia prima es el polen, el néctar y el agua que ingieren las abejas y sufre la transformación por medio de las glándulas, localizadas en la cabeza de las obreras.
Se describe como una SUSTANCIA CREMOSA, de color blanco hueso, altamente nitrogenada y con gusto amargo ácido, que se descompone fácilmente si se expone a la luz y el calor.
Su composición química es compleja, teniendo: Como utilidad, para las abejas, la jalea real es la dieta de las larvas jóvenes hasta el tercer día de vida y el alimento de la reina durante todo su ciclo de vida; para el hombre, se le atribuyen propiedades alimenticias y medicinales.
En cuanto a su recolección o cosecha, se puede realizar de dos maneras:

ORFANIZANDO una colmena fuerte durante 3-4 días, para que ESTIREN celdas reales naturales y al término de estos días se SACAN los cuadros con las celdas reales
y se recolecta la jalea; RETIRANDO la larva de cada celda y extrayendo con una PALETA o cucharita plástica o de acero inoxidable,
LA JALEA REAL.
Para mantener la producción, es necesario INTRODUCIR cuadros con cría abierta, periódicamente,
o DEVOLVER la reina de la colonia y rotar la extracción con otras colonias.
Para la producción COMERCIAL, se utiliza el método de la colmena recría que describimos para cría de reinas;
teniendo en cuenta que CADA 3-4 DÍAS se debe RECOGER LA JALEA REAL y realizar NUEVOS INJERTOS.
Para la extracción, las copaceldas se RECORTAN a nivel de la jalea con un cuchillo filoso y caliente;
se RETIRAN las larvas con unas pinzas
y recoge la JALEA con un aspirador de vacío, como este modelo desarrollado en el L.I.M.A.,


que permite ENVASAR directamente la jalea en los viales.
Para conservarla, TAPE de inmediato lo más hermético posible, guarde en el refrigerador si va a consumirla rápidamente (hasta 30 días); pero para guardarla largo tiempo,(no más de 10 meses) debe ser congelada.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Qué es el altruismo. La búsqueda científica del origen de la generosidad


LEE ALAN DUGATKIN
Qué es el altruismo. La búsqueda científica del origen de la generosidad.Durante más de cien años la comunidad científica mantuvo un enconado debate acerca del significado del altruismo en los animales y en los seres humanos. Iniciada en 1859, la polémica fue muy relevante porque la posición triunfante determinaría nuestra manera de contemplar el origen de la bondad o de la generosidad –en última instancia, el altruismo tiene que ver con pagar un costo personal para ayudar a otros, es decir, con lo que la mayoría de las personas quieren decir cuando hablan de hacer el bien–.

SINTESIS ARGUMENTAL:
En la discusión participaron biólogos como Charles Darwin y Thomas Henry Huxley, pero también el príncipe ruso Piotr Kropotkin e intelectuales como George Price. Fue, finalmente, la biología la que terminó por resolver la cuestión del altruismo con una ecuación matemática desarrollada por un biólogo evolucionista llamado William D. Hamilton, que comenzó a trabajar en el tema a partir de la década de 1960. Por primera vez, Lee Alan Dugatkin nos da a conocer en esta obra a los protagonistas del debate sobre el altruismo, los temas que abordaron y las pasiones que pusieron en juego, hasta explicar, con asombrosa claridad, la “regla de Hamilton”: la fórmula que redujo el altruismo al frío lenguaje de la selección natural. Los lectores se verán arrastrados por este ágil relato que entreteje la historia, la biografía y la reseña de descubrimientos científicos.SOBRE EL AUTOR:Lee Alan Dugatkin (Estados Unidos, 1962) Estudió biología en la Universidad de Nueva York, donde obtuvo su doctorado en 1991. Ha recibido el premio “Joven científico”, otorgado por el Comité Etológico Internacional, en 1991 y en 1993 y la medalla “Joven investigador” de la Sociedad de Naturalistas Norteamericanos, entre otras distinciones. Su principal área de investigación es la evolución del comportamiento social. Actualmente, estudia la evolución de la cooperación y de la agresión, y la interacción entre la evolución genética y la evolución cultural. Dugatkin es autor de más de 125 artículos sobre evolución y conducta en revistas como Nature, The Proceedings of the National Academy of Sciences y The Proceedings of The Royal Society de Londres. Ha dictado conferencias en muchas de las principales universidades: Harvard, Oxford, Cornell, Chigaco y Cambridge, entre otras. En la actualidad, Lee Alan Dugatkin es profesor y Académico Distinguido en el Departamento de Biología de la Universidad de Louisville.EDITORIAL:Katz Editores PREFACIO:Durante más de cien años, en la comunidad científica se desarrolló un enconado debate acerca de la importancia de las relaciones consanguíneas de parentesco con respecto al altruismo en los animales y en los seres humanos. Iniciada en 1859, la polémica fue muy exaltada pues quien triunfara en ella determinaría nuestra manera de contemplar el origen de la bondad. La razón es muy simple: en última instancia, el altruismo tiene que ver con pagar un costo personal para ayudar a otros, esto es, con lo que la mayoría de nosotros quiere decir cuando habla de hacer el bien. De suerte que, en esencia, una teoría sobre el altruismo es una teoría sobre la bondad.La polémica sobre el altruismo y las relaciones de parentesco sacó a relucir otras cuestiones afines: ¿la naturaleza es un feroz campo de batalla o un paraíso de cooperación? Además, cualquiera que sea la respuesta a esta pregunta, ¿hay una teoría biológica que pueda explicar realmente la situación? En el curso del debate, entraron en él la política, la filosofía, las opiniones sobre la enfermedad mental e incluso la religión, estorbando durante casi un siglo los intentos que se hacían por responder científicamente interrogantes de índole científica. Durante largo tiempo, el papel que cumplían las relaciones de parentesco en el desarrollo del altruismo, humano o no, ocupó a las mejores mentes científicas. Veremos aquí por qué cuatro científicos británicos –Charles Robert Darwin, Thomas Henry Huxley, J. B. S. Haldane y, por último,W. D. Hamilton– consagraron buena parte de su vida profesional al tema del altruismo y el parentesco, y veremos cómo esa obsesión afectó a su propia vida. En el curso de la exposición, encontraremos también al príncipe ruso Piotr Kropotkin, el anarquista más importante de su época, y a dos académicos estadounidenses, el cuáquero Warder Allee y un gigante intelectual que terminó suicidándose y se llamaba George Price.Finalmente, la biología terminó por resolver la cuestión del altruismo y el parentesco consanguíneo con una ecuación matemática desarrollada por un tímido biólogo evolucionista llamado William D. Hamilton. Este hombre apareció en escena en la década de 1960 y utilizó para abordar el problema un enfoque de costos y beneficios que habitualmente vinculamos con la economía. Sumada a su profunda comprensión del funcionamiento evolutivo, esa nueva perspectiva le permitió esbozar de manera nítida y precisa un modelo matemático que explicaba por qué los individuos tratan de manera tan especial a los parientes consanguíneos. Formulado en el lenguaje severo y frío de la selección natural, el modelo de Hamilton se reduce concretamente a la siguiente afirmación: los parientes consanguíneos comparten una gran cantidad de genes, de modo que, ayudando a la familia, uno se ayuda indirectamente a sí mismo. Desde luego, el modelo es algo más complicado que esta simple explicación, pero abordaremos los pormenores cuando llegue el momento.Aunque transcurrieron más de diez años hasta que las consecuencias del trabajo de Hamilton fueron plenamente comprendidas, su modelo sobre el altruismo y las relaciones consanguíneas de parentesco le ganó el máximo laurel científico: una regla que lleva su nombre. Para la biología evolucionista, esa regla tuvo una influencia equivalente a las leyes de Newton en la física clásica.No obstante, jamás se ha hecho una crónica de ese descubrimiento ni de cómo cambió la vida de los que aportaron a él. Tampoco se ha explicado por qué el propio descubridor de la ley deseaba que la posición opuesta fuera la correcta. De todos modos, hay que empezar por el principio. Nuestra crónica sobre el parentesco consanguíneo y el comportamiento social comienza con el mismo personaje de todas las historias acerca de la evolución:
Charles Darwin.I. (Fragmento)UNA DIFICULTAD SINGULAR QUE PODIA RESULTAR FATALLas estrictas reglas de edición que deben cumplir los científicos de hoy no estorbaron a Charles Darwin cuando escribía El origen de las especies, a fines de la década de 1850. Podía permitirse vastas digresiones que a veces se transformaron en verdaderas expresiones del fluir de su conciencia. Esa libertad le permitió abordar temas que habría evitado en otras circunstancias. En particular, no temió afrontar los problemas vinculados con su teoría de la evolución por medio de la selección natural: a menudo se refirió a ellos extensamente.Todo este libro se refiere a uno de los problemas que se le presentaron a Darwin, surgido de una pequeña dificultad que planteaban las abejas. A primera vista, no parecía un escollo que pudiera hacer zozobrar una teoría caracterizada por muchos como la más importante formulada en la historia de la biología. No obstante, se transformó en un problema que preocupaba a los biólogos, fascinaba a los naturalistas, atraía a los escritores de divulgación científica y al público en general, y que incluso llegó a filtrarse en los debates políticos de los 145 años siguientes.Las abejas mieleras fueron introducidas en Gran Bretaña alrededor del año 45 d. C. En la época de Darwin, unos quinientos autores ya habían escrito acerca de ellas y de la apicultura. A comienzos del siglo XVIII, Inglaterra se había transformado en el primer productor mundial de productos derivados de la apicultura, como la miel y la cera, al punto que The philosophical transactions of the Royal Society of London tenía ya un importante archivo de artículos sobre la vida de las abejas. Es más, el público se había enamorado de esos insectos, especialmente cuando descubrió algunas de sus características más enigmáticas para la historia natural. Escritores entusiastas contaban que las obreras de la colmena alimentadas con “jalea real” se transformaban en reinas y que los mismos huevos producían machos si quedaban sin fertilizar, y hembras cuando eran fertilizados por el esperma de un zángano. En la práctica, el romance de los hombres de ciencia y el público con las abejas implicaba que no era posible pasarlas por alto en El origen de las especies. Por otra parte, Darwin “estaba deslumbrado con las abejas”, como dice su biógrafa, Janet Browne. Si había algún aspecto de la vida de las abejas que no se avenía a la teoría de la selección natural, Darwin entendía que había que afrontarlo plenamente para que su teoría fuera verosímil. Uno de esos problemas era la frecuente existencia de castas no reproductivas –es decir, estériles– en insectos tales como las abejas, las avispas y las hormigas. Las obreras integrantes de esas castas son auténticas altruistas. En primer lugar, no se reproducen y suministran todo tipo de recursos a las reinas, individuos de la especie que sí se reproducen. Esa única característica bastaría para calificarlas de altruistas, en el sentido de que pagan un costo individual para beneficiar a otros. Además, algunas de esas obreras estériles defienden la colmena sin cesar sacrificando, si es necesario, su propia vida.Semejante actitud también constituye un acto de altruismo, de suerte que las obreras estériles que también hacen de soldados en algún sentido son doblemente altruistas. Más aun: las abejas que desempeñan esas tareas no tienen la misma constitución física que otros miembros de la colmena; las diferencias de tamaño y de forma las hacen especialmente aptas para su misión altruista.Evidentemente, la existencia de insectos sociales estériles era un escollo para la teoría de la selección natural darwiniana, según la cual en las sucesivas generaciones sólo aumentaría la frecuencia de los rasgos favorables a la reproducción del individuo. La esterilidad y el rol suicida de las abejas que defendían la colmena eran, precisamente, rasgos que la selección natural no podríafavorecer, y Darwin lo sabía.

viernes, 1 de mayo de 2009

Las Abejas muy trabajadoras


Las abejas son insectos muy ocupados y trabajadores - cuando visitamos un jardín, siempre las vemos volando de flor en flor para recolectar néctar y polen. ¡Parecen tener una energía interminable, ya que nunca se detienen para tomarse un descanso! Existen cerca de 20,000 especies de abejas en todo el mundo. Pueden encontrarse casi en todas partes, excepto en las regiones polares (el Artico y la Antártica) o en altitudes elevadas. Con base en su comportamiento, las abejas pueden dividirse más o menos en tres grupos -solitarias, sociales, y parásitos.

2 Las abejas solitarias conforman el grupo mayoritario -de todas las especies de abejas, más del 90% son abejas solitarias. Las abejas cortadoras de hojas, las abejas excavadoras, y las abejas carpinteras son ejemplos de abejas solitarias. Como su nombre lo sugiere, las abejas solitarias viven aisladas. Después de aparearse, una abeja hembra solitaria construye su propio nido. Este tiene varias celdas (cámaras o cuartos) donde ella almacena polen y néctar. Cuando ha acumulado suficiente alimento para sus crías, ella pone un huevo en cada cámara, sella todas las celdas, y se retira volando.

lunes, 13 de abril de 2009

“Si la abeja desapareciera del planeta, al hombre solo le quedarían 4 años de vida”.

Recientemente, en la película The Happening (El Incidente/El fin de los tiempos), el director M. Night Shyamalan, retomó una frase atribuida a Albert Einstein que dice “Si la abeja desapareciera del planeta, al hombre solo le quedarían 4 años de vida”.

Esta cita resulta de lo más interesante y aterradora en momentos como los que estamos viviendo hoy en el mundo. Es un hecho, las abejas están desapareciendo de diversas partes del mundo y nadie sabe bien por qué todavía. Pero tan importante como conocer la razón, es saber cuál sería el resultado.


¿Por qué el hombre sólo viviría 4 años, según la cita de Einstein? Porque sin abejas no existe la polinización, y sin polinización no hay reproducción en las plantas, sin plantas no hay alimentos para los animales vegetarianos, y para quienes se alimentan de ellos.

Nosotros estamos dentro de esa cadena alimentaria, y para comprender este ejemplo a la perfección, es clave conocer la importancia de la biodiversidad, o sea la variedad en los seres vivos. El ser humano viene haciendo desaparecer miles y miles de especies desde hace cientos de año. Talando bosques, cazando indiscriminadamente, cubriendo de ciudades y campos todo el mundo. Y por estas ciudades y sus industrias, hemos cambiado el clima y provocado un calentamiento global.

Que las abejas desaparezcan es sin duda consecuencia de esto, como también la desaparición de miles de especies que no las hizo famosas Einstein.

Pero, volviendo a la frase, que ningún entomólogo negará, ¿realmente la dijo Einstein? En Snopes realizaron una interesante investigación sobre el asunto, les voy a contar un poco sobre ella.

Allí dicen algo muy cierto, que si uno quiere que se preste atención a algo, no hay nada mejor que ponerlo en boca de alguien reconocido y respetado. Leer que si las abejas desaparecen, nosotros le seguiremos en 4 años, es sin duda aterrador, y si lo dijo Einstein, más todavía. Y si le agregamos, que las abejas están desapareciendo… es la mejor película de miedo (a pesar de Shyamalan).

Pero el asunto es que no hay ningún registro de que Einstein haya dicho tal frase. Investigadores especializados en citas de Einstein han buscado por todos lados, por sus libros, sus escritor, sus entrevistas, dichos, etc, y nada. Incluso realizaron una revisión en los medios gráficos desde 1955, año en que él falleció, y recién la frase comienza a aparecer en 1994.

Y lo hace en el contexto de una protesta en Bélgica que realizaron los cuidadores de los panales de abejas. La frase se distribuía en un panfleto de la unión de apicultores. Ellos decían que si los forzaban a salir del negocio, por culpa de precios bajos de la miel importada, entonces junto con ellos desaparecerían las abejas, y si ellas desaparecían, también lo haría el hombre.

Las razones que daban es que el 85 por ciento de las plantas europeas dependen de las abejas para reproducirse. Será una reacción en cadena, decían. Y tenían razón.

Lo que era falso de su discurso era la atribución a Einstein de semejante dicho. Ahora esa frase ha circulado por todos los medios del mundo desde hace años, y más desde que el año pasado comenzasen a desaparecer las abejas, y ahora más con la película del señor Shyamalan.

martes, 31 de marzo de 2009

El silencio de las abejas


Las abejas podrían ser como el pájaro de la minas de carbón, la primera señal de una gran catástrofe ecológica. La espectacular fotografía macroscópica de este programa nos permite acercarnos más que nunca al papel vital que desempeñan las abejas en nuestro ecosistema. Analizaremos las distintas teorías sobre las causas de su rápida desaparición. La desaparición de las abejasLa extraña y vertiginosa desaparición de la abeja melífera ocasionara importantes trastornos a la vida en el planeta. Actualmente se esta investigando las causas de esta alarmante situación.
La autopsia de una abeja
Científicos de todo el mundo unen sus medios y conocimientos para descubrir las causas de la desaparición de la abeja melífera. La investigación empieza con la autopsia de las abejas afectadas. Polinización manual
Ante la inminente desaparición de las abejas melíferas, los chinos han comenzado a realizar el laborioso trabajo de las abejas, polinizando las flores una a una.
El futuro de las abejas A este ritmo, en pocos años tendremos que acostumbrarnos a un mundo distinto si no se remedia el problema de la desaparición de la abeja melífera. Los investigadores están haciendo lo posible para dar con la solución.

viernes, 20 de marzo de 2009

EL CONGRESO DEBATE LA CRÍTICA SITUACIÓN DE ESTOS INSECTOS Millones de abejas desaparecen sin dejar rastro en EEUU


Cortesia Agencia EFE

WASHINGTON.- La misteriosa desaparición de millones de abejas en todo EEUU tiene a los apicultores al borde del ataque de nervios y preocupa incluso al Congreso, que debatirá este jueves la crítica situación de un insecto clave para el sector agrícola.

Las primeras señales serias de este enigma surgieron poco después de las Navidades en el estado de Florida, cuando los apicultores se encontraron con que muchas de las abejas se habían esfumado.

Desde entonces, el síndrome que los expertos han bautizado como Problema del Colapso de las Colonias (CCD) ha mermado en un 25% los enjambres del país.

"Hemos perdido más de medio millón de colonias, con una población de alrededor de 50.000 abejas cada una", dijo Daniel Weaver, presidente de la Federación Estadounidense de Apicultores, quien apuntó que el mal afecta a unos treinta de los cincuenta estados del país.

Lo curioso del fenómeno es que en muchos casos no se encuentran "restos mortales".

"Históricamente, cuando algo afecta a los enjambres hay muchos insectos muertos", explicó May Berenbaum, una profesora de entomología de la Universidad de Illinois, quien añadió que "en muchas de estas misteriosas desapariciones no hay cuerpos".

A esa rareza se suma otra igualmente desconcertante, la de que las abejas obreras se dan a la fuga dejando a la reina atrás, en un comportamiento de lo más atípico.

"Nunca habíamos tenido un caso como este", dijo Weaver, quien como muchos de los 1.200 miembros de su organización confiaba en que el problema desapareciese con la llegada de la primavera boreal, cuando los enjambres se encuentran a rebosar y los laboriosos insectos polinizan cultivos valorados en entre 12.000 y 14.000 millones de dólares, según un estudio de la Universidad de Cornell.

Pero la situación "todavía es crítica", asegura Weaver, quien dice que aún sigue recibiendo informaciones de abejas desaparecidas o muertas.

Entre los que han perdido gran parte de sus colmenas está David Ellingson, un apicultor nómada de Minesota, que cada año traslada sus insectos para que polinicen las largas plantaciones de almendras en California.

El último viaje resultó fatídico, al traducirse en la muerte o desaparición del 60% de las 2.000 colonias que Ellingson utilizó para los cultivos de almendras.

De ahí que tenga previsto comparecer ante la Cámara de Representantes para pedir al Congreso que destine fondos a desentrañar los motivos del enigmático fenómeno.

Pero por el momento, el misterio permanece abierto. La profesora Berenbaum asegura que los científicos barajan todo tipo de hipótesis, entre ellas la de que algún pesticida haya provocado daños neurológicos a las abejas y alterado su sentido de la orientación, lo que les impediría encontrar el camino para regresar a sus colmenas.

Otros culpan a la sequía e incluso a las ondas de los teléfonos móviles, pero lo cierto es que nadie sabe a ciencia cierta cuál es el verdadero desencadenante.

A la espera de que se despeje la incógnita, los apicultores temen que no haya suficientes abejas para polinizar muchos de los cultivos que florecerán en el próximo mes y que incluyen desde peras hasta melones, melocotones y alfalfa.

"Nueva York es una de las zonas más afectadas y podría ser que parte de las plantaciones de manzanas y arándanos se queden sin polinizar", alerta Weaver.

Virginia Webb, una apicultora de Georgia que cría junto con su marido unos siete millones de abejas para la producción de miel y que se ha librado de la peste que recorre Estados Unidos, recuerda el modus operandi de las pequeñas criaturas.

"Lo que hacen las abejas es libar el néctar de las flores y al hacerlo permiten que el polen pase de una flor a otra, lo que favorece la fertilización y hace, en última instancia, que la fruta crezca", explica Webb, quien insiste en la necesidad de proteger a unos insectos tan frágiles como importantes, a quien la apicultora se refiere como "los ángeles de la agricultura".